Recuerdo la primera vez que había oído acerca de JUCUM, no tenía idea de lo que era, pero tenía muchos amigos en común que habían hecho algo que se llamaba EDE, ¡yo quería saber más sobre esto! Cualquier oportunidad que se me presentara, iba a aprovechar para hacer preguntas, y para buscar ubicaciones/locaciones de JUCUM, y compartir con las personas acerca de esto y que yo quería ser parte de. 

También recuerdo las preguntas juzgadoras y dolorosas que la gente me hacia antes de venir hacer mi EDE: ¿cómo esta escuela va a beneficiar a otras personas y no solo a ti?” ¿cómo piensas pagar por esto?  ¿se aplica para ti la beca que obtuviste? ¿qué exactamente es esto? ¿Seguirás estando en contacto con tus amigos y familiares?

Todas estas preguntas por lo general empiezan a venir cuando el tiempo de hacer tu EDE se acerca. ¿cuál es la respuesta para esto? Si, Jesús es la respuesta …. ¿Pero de verdad como podemos pelear con estas dudas con respecto de hacer una EDE? 

Voy a enlistar las 3 razones porque la gente no termina haciendo la EDE basada en mi experiencia en esta área.  Tal vez después tú puedes luchar con esas dudas.

1. Financieramente, por lo general esta no es una razón grande por que la gente no viene a hacer una EDE.  En mi vida personal, desde que estaba en la secundaria he tenido muy buenos trabajos, y durante el tiempo que solamente trabajaba.  Recibí aumentos de hasta $13/hora y recibí una beca de $1,000 para la universidad de ellos

¡Ahora soy misionera en JUCUM Minneapolis y me encanta!
Actualmente levanto mi propio apoyo y he renunciado a mi derecho a un sueldo, pero sé que esto es a lo que Dios me ha llamado. 

Antes de mi EDE, trabajé duro para recaudar tanto apoyo como fuera posible, así que no tenía que usar todos mis ahorros para pagar la escuela. Envié tantas cartas a la gente explicando lo que es JUCUM (aunque todavía no sabía), y como ellos podían donar dinero para ayudarme, ¡compartí lo emocionada que estaba por esta nueva experiencia! Te diré, la gente en mi iglesia estaba tan emocionada que los incluí en mi viaje con Dios, ¡que al final sólo tuve que pagar $150 de mi propio dinero para mi EDE! Dios realmente me demostró y todavía me sigue demostrando hoy que es el proveedor supremo. ¡Sabía que me llamaba aquí y que me cuidaba como lo hace un buen Padre! 

2. El desaliento de mi familia y amigos casi me impide hacer un EDE.

 Muchas de las preguntas que he enumerado anteriormente vinieron de mi familia y amigos que también son cristianos. Me hizo realmente preguntarme acerca de su fe, porque no creían que debía hacer esto. Decían cosas como, “Vas a ir a la universidad después de esto, ¿verdad? Debido a que eres tan inteligente, odiaría que eso se desperdicie”.

Déjame parar ahí y decirte que, si te han dicho algo como esto, es una mentira. Eres inteligente, pero eso no se desperdiciaría sólo porque no vayas a la universidad. Hay mucho espacio en el reino de Dios para las personas con diversos tipos de talentos, conocimiento y perspicacia. ¡No dejes que lo que dicen los demás te impidan hacer lo que sientes que Dios te está llamando a hacer!

3. El miedo a lo desconocido casi me detuvo también.

 Tenía miedo de dejar a mi familia, tenía miedo de no congeniar bien con la gente con la que viviría, tenía miedo de creencias que potencialmente podrían chocar con las mías, pero lo más importante es que tenía miedo de que Dios cambiara mi vida. Aprendí muy rápido que el crecimiento y el cambio es aterrador, eso no se puede cambiar, pero Dios es bueno para estar contigo en tiempos de miedo. Ahora vivo cada día sin saber que sigue.

He renunciado a saber exactamente dónde estaré en un mes o en un año, y he cedido a dar el control a Dios. Es tan refrescante darle el control a Dios: ¡mi corazón estaba tan listo para un cambio que no me resultaba muy difícil salir de casa, terminé amando realmente a las personas con las que vivo, y aunque mi EDE desafió mi visión acerca de Dios y mi conocimiento sobre el Espíritu Santo, Aprendí a confiar en Dios VERDADERAMENTE! Él siempre está cuidando lo que es mejor para mí, así que realmente no tengo razón para temer.

 Espero que estos 3 puntos que compartí realmente hablen a ti si te está cuestionando si debieses hacer un EDE o no. Si atraviesas estos obstáculos, sé que Dios tiene una razón para que hagas un EDE. No te llevara a través de pruebas sólo para dejarte, Él es fiel y digno de confianza ya sea con dinero, desaprobación de tu familia y con todos tus temores.