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Lo que aprendí sobre las misiones a largo plazo

Antes de hacer una Escuela de Discipulado y entrenamiento (EDE), tenía una idea general de lo que eran las misiones, pero nunca entendí del todo su vasto alcance. Dios llama a los cristianos a hacer misiones. “Entonces Jesús se acercó a ellos y les dijo: 

Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado. Y ciertamente estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.’” Mateo 28:18-20

Siempre había pensado que las misiones solo implicaban cierto tipo de acciones. Sabía que un misionero necesitaba ser intencional, pero no tenía idea de cuán intencional. Mi impresión fue que el ministerio de un misionero solo necesitaba estar enfocado y reflejar a Dios, pero que las personas aún podrían tener una vida propia. Ahora veo que eso no es cierto. En las misiones, vi que tu vida es tu misión y tu vida es compartir el evangelio.

Mi cruzada de la EDE fue en México. Mientras estuve allí, pude ver una variedad de misioneros a largo plazo. La familia que nos hospedó a  trabajado en México desde hace mucho tiempo, han viviendo en un pueblo y hacen  ministerio en muchos otros pueblos vecinos. Él es de México y ella de Minnesota. Ellos, con sus cinco hijos, trabajaron con JUCUM Minneapolis por algunos años y luego siguieron la guía de Dios hacia México. 

Mientras estuvimos allí, conocimos a un pastor indígena de uno de los pueblos. Es un misionero a largo plazo para su propio pueblo. Vino a los Estados Unidos a trabajar cuando era joven y encontró a Cristo. Dios le dio el deseo de regresar a su hogar y compartir el evangelio. Ahora dirige una pequeña iglesia en medio de la persecución local. También conocimos a otras familias, ellos son el único grupo de cristianos en el pueblo. Son perseguidos a causa de su fe. Las tres familias que conocí son misioneras a largo plazo.

Aprendí que no se trata solo de llevar el evangelio a las personas, sino que una gran parte del trabajo misionero es construir relaciones y confianza. Estas tres familias hablaron sobre cómo todo lo que hacen es intencional, desde  dónde van sus hijos a la escuela, con quién pasan el rato, cómo ellos devuelven una  sonrisa a quienes les escupen. Todo importa. La forma en que viven está siendo observada y evaluada continuamente. 

También aprendí cómo el trabajo como misionero fortalece la fe de una persona. Las misiones a largo plazo requieren que una persona confíe en Dios para las finanzas y la seguridad personal. También requiere paciencia porque no importa cuán bueno sea el individuo para compartir el evangelio, se necesita tiempo para que las semillas que plantan echen raíces, crezcan y den fruto. Puede pasar mucho tiempo,  y nada puede ser visible. Por otro lado, es un sentimiento hermoso y liberador confiar plenamente en Dios y vivir diariamente de sus palabras. No hay presión para seguir las normas sociales porque estás siguiendo las normas de Dios.

Aprendí que las misiones de tiempo completo deben ser intencionales y que producen más fe. Como misionero a corto plazo, pude observar a los misioneros a largo plazo en acción fue una experiencia increíble. Pude participar con ellos en su trabajo y bendecirlos, así como a las personas a las que están tratando de alcanzar.

 Lo que Jesús significa para mí

Jesús significa mucho para mí. Sé que no todos pueden tener la misma perspectiva o experiencias que yo, pero Jesús muestra Su amor y quién es Él personalmente para todos si están dispuestos a escuchar. Incluso para comenzar a describir lo que Jesús significa para mí, necesito hablar sobre quién es Él y lo que ha hecho.

He tenido dificultades en mi vida, y mirando hacia atrás puedo ver la mano de Dios a través de todo. Ha demostrado ser más que un padre y más que un amigo. El ha visto mi vida y mi dolor. Él ha obrado todo para mi bien y nunca me dejó, incluso cuando yo lo dejé.

Incluso en mi dolor y mis luchas más duros, Jesús me ha recordado continuamente su amor. Él tomó mi pecado y mi dolor (físico, espiritual y emocional) en la cruz y buscó una relación conmigo. Nada de lo que pueda experimentar en este mundo jamás se comparará con lo que Jesús tomó para sí mismo en mi nombre.

Durante mi EDE obtuve una nueva perspectiva sobre el amor de Jesús. Incluso cuando pecamos contra Él, Él nos ama lo suficiente como para morir por nosotros. Él nos ama lo suficiente como para continuar compartiendo Su corazón con nosotros. Así que, en la medida de mis posibilidades humanas, quiero dárselo todo a Aquel que lo dio todo por mí. Jesús significa vida y amor; Él significa más para mí de lo que las palabras pueden describir

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